En la moneda antigua es relativamente normal que muchos tipos de monedas tuvieran una tirada corta.
En la moneda moderna, debido a diferentes motivos, hay piezas de las que se fabrican muy poca cantidad. A veces esos motivos pueden ser incluso la especulación del país emisor, como Mónaco. Otras veces debido a la interrupción de la emisión por guerras o por darse cuenta de que el diseño no era el apropiado (estrellas invertidas), o incluso por la subida en el mercado del material con las que están fabricadas.
Las flechas invertidas hace referencia a la moneda de 50 céntimos (la del agujero) del año 1949. El primer diseño de esta moneda se hizo con el yugo y las flechas hacia abajo. Como se quería dar la impresión de un país moderno, se decidió que no se podía representar este símbolo hacia abajo, sino hacia arriba. Y a partir de ese momento las siguientes monedas se fabricaron con el símbolo hacia arriba. No obstante ya se habían acuñado unas 900.000 piezas que salieron al mercado. Es la pieza de estas características con menor tirada, así que su valor es algo superior al resto; hoy en día puede costar de 20 a 30 euros.
Otras monedas que tuvieron que parar su emisión porque repentinamente subió el material con las que estaban hechas fueron las 5 pesetas de 1949 de níquel (modulo grande) y las 100 pesetas de 1966 de plata. En el momento en que se programaron el material tenía un precio y al cabo de poco tiempo ese material subió de tal modo que la gente las acaparaba, ya que el valor del metal era superior al que marcaban (valor facial), y muchas acabaron vendidas y fundidas.
Daremos en este blog algunos ejemplos y espero que podáis encontrar alguna de ellas, pues normalmente, a menor tirada, mayor valor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario