Una de las primeras cosas que tienes que tener en cuenta si inicias una colección de monedas es el modo de preservarlas. El aire, la humedad, la suciedad (incluso de nuestras propias manos) pueden hacer que una moneda se estropee.
Tenerlas en una caja, junto con otras monedas, puede hacer que se golpeen unas a otras, y aunque las tengas bien guardadas, no están a salvo de la humedad, sobre todo si vives en un lugar que no sea seco.
Por eso es muy importante la decisión de cómo conservarlas para atenuar este efecto adverso. Las posibilidades yo las reduciría a dos:
1. Cartones. Son baratos y protegen nuestra moneda gracias a una fina capa de plástico que no daña la moneda y la preserva de la humedad y la suciedad (no totalmente, pero casi). El tamaño del cartón es siempre el mismo, lo que varía es el tamaño del plástico interior. Puedes conseguirlos de estos tipos:
a) Para grapar. Son los más económicos. A unos 5 céntimos el cartón. Si compras muchos algo más baratos.
b) Adhesivos. Un poco más caros (unos céntimos).
Los cartones han sido de color blanco, pero últimamente he visto de otros colores, incluso negro, que pueden quedar muy bien con determinado tipo de moneda.
Ventajas: Económicos, se puede escribir sobre el cartón las características de las monedas.
Desventajas: Tienes que comprarte las hojas exclusivas para cartones.
2. Cápsulas. Algo más caras (unos 40 céntimos). Introduces la moneda en la cápsula y listo.
Ventajas: Método muy seguro y fácil. Protege muy bien.
Desventajas: El grosor de la cápsula es mayor que el del cartón y es más difícil introducirlo en un álbum, aunque hay hojas para cápsulas (también más caras que las normales).
Tenerlas en una caja, junto con otras monedas, puede hacer que se golpeen unas a otras, y aunque las tengas bien guardadas, no están a salvo de la humedad, sobre todo si vives en un lugar que no sea seco.
Por eso es muy importante la decisión de cómo conservarlas para atenuar este efecto adverso. Las posibilidades yo las reduciría a dos:
1. Cartones. Son baratos y protegen nuestra moneda gracias a una fina capa de plástico que no daña la moneda y la preserva de la humedad y la suciedad (no totalmente, pero casi). El tamaño del cartón es siempre el mismo, lo que varía es el tamaño del plástico interior. Puedes conseguirlos de estos tipos:
a) Para grapar. Son los más económicos. A unos 5 céntimos el cartón. Si compras muchos algo más baratos.
b) Adhesivos. Un poco más caros (unos céntimos).
Los cartones han sido de color blanco, pero últimamente he visto de otros colores, incluso negro, que pueden quedar muy bien con determinado tipo de moneda.
Ventajas: Económicos, se puede escribir sobre el cartón las características de las monedas.
Desventajas: Tienes que comprarte las hojas exclusivas para cartones.
Cartones para monedas |
2. Cápsulas. Algo más caras (unos 40 céntimos). Introduces la moneda en la cápsula y listo.
Ventajas: Método muy seguro y fácil. Protege muy bien.
Desventajas: El grosor de la cápsula es mayor que el del cartón y es más difícil introducirlo en un álbum, aunque hay hojas para cápsulas (también más caras que las normales).
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