Ya hemos hablado en este blog sobre la limpieza de monedas. Os recuerdo que no hay que limpiarlas a no ser que seamos especialistas, pues lo más probable es que hagamos que esa moneda no sea coleccionable, pues si hacemos una limpieza agresiva, nos cargamos la pátina de la moneda y en ocasiones hasta la primera capa de metal, ocasionando una alteración de su composición.
Una excepción a esta regla es cuando la moneda no vale nada. Si no vale nada sin limpiar, tampoco vale nada limpia. En estos casos, queda muy bonito hacer una limpieza agresiva para dejar la moneda brillante y que forme parte de la decoración de la casa, negocio, o formar parte de un anillo, pendiente, colgante, etc.
Os dejo aquí imágenes de una salvajada numismática en una moneda de poco valor (me costó 50 céntimos de euro), pero que es una preciosidad y que su estado era lamentable. Ni que decir tiene que esa moneda, a pesar de que ha quedado muy bonita, ya no es coleccionable.
1. MONEDA ORIGINAL
La moneda presenta bastante suciedad y alguna posible oxidación. Es una moneda bastante fácil de conseguir en este estado de conservación, a un precio módico.
2. LIMPIEZA CON GOMA DE BORRAR
Esta no es una limpieza demasiado agresiva. Quitamos la suciedad externa, aunque queda parte de oxidaciones.
3. LIMPIEZA CON LIMPIAMETALES
Esta si que es una limpieza agresiva, pues los limpiametales tienen ácidos que eliminan la primera capa de metal de la moneda junto con la suciedad. Una moneda limpiada con estos productos está alterada en su composición y puede quedar muy brillante, pero ya no es coleccionable.
4. BAÑO ELECTROLÍTICO CON ORO
Con un sencillo proceso se puede bañar la moneda con una pequeñísima capa de oro para que cubra pequeñas imperfecciones y tenga el color deseado.
Una excepción a esta regla es cuando la moneda no vale nada. Si no vale nada sin limpiar, tampoco vale nada limpia. En estos casos, queda muy bonito hacer una limpieza agresiva para dejar la moneda brillante y que forme parte de la decoración de la casa, negocio, o formar parte de un anillo, pendiente, colgante, etc.
Os dejo aquí imágenes de una salvajada numismática en una moneda de poco valor (me costó 50 céntimos de euro), pero que es una preciosidad y que su estado era lamentable. Ni que decir tiene que esa moneda, a pesar de que ha quedado muy bonita, ya no es coleccionable.
1. MONEDA ORIGINAL
La moneda presenta bastante suciedad y alguna posible oxidación. Es una moneda bastante fácil de conseguir en este estado de conservación, a un precio módico.
2. LIMPIEZA CON GOMA DE BORRAR
Esta no es una limpieza demasiado agresiva. Quitamos la suciedad externa, aunque queda parte de oxidaciones.
3. LIMPIEZA CON LIMPIAMETALES
Esta si que es una limpieza agresiva, pues los limpiametales tienen ácidos que eliminan la primera capa de metal de la moneda junto con la suciedad. Una moneda limpiada con estos productos está alterada en su composición y puede quedar muy brillante, pero ya no es coleccionable.
4. BAÑO ELECTROLÍTICO CON ORO
Con un sencillo proceso se puede bañar la moneda con una pequeñísima capa de oro para que cubra pequeñas imperfecciones y tenga el color deseado.